viernes, 22 de septiembre de 2017

ESCRITOR INVITADO

Nada nos conmovió tanto  

Minicuento por Alfredo Armas Alfonzo* tomado de:Biblioteca Digital Ciudad Seva




Nada nos conmovió tanto a los catorce años como la muerte de María, la niña pura del libro de Jorge Isaacs. Este tomito, encuadernado en cuero rojo, con cantos y tafiletes dorados había pertenecido a la biblioteca del abuelo Ricardo Alfonso, y lo hallé en uno de sus baúles en la habitación frente al tanque. Solamente esas paredes saben cómo lloré durante el proceso de enfermedad, muerte y entierro de María. Entonces cuando iba al cementerio de arriba a visitar la tumba de Edda Eligia, la hermanita muerta, me parecía ver la misma siniestra ave negra posada en el brazo de hierro de la cruz. Al yo acercarme, el pajarraco levantaba el vuelo graznando lúgubremente. Mi mayor felicidad entonces hubiera consistido en que la tuberculosis acabara con la hija de Narciso Blanco, pero los Blanco eran tradicionalmente una familia de gente sana.

*Alfredo Armas Alfonzo, fue un escritor y crítico literario, nacido el 6 de agosto de 1921 y fallecido el 9 de noviembre de 1990 en Venezuela. 



1 comentario:

  1. Pero como la tuberculosis es contagiosa, hubiese bastado una invitación a la hija de Narciso Blanco a tomar café con colaciones, y soltar un estornudo al descuido para poner a volar los bacilos de
    Koch.

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