Nunca debimos despertar a papá
Minicuento por Luz Marina Zuluaga Tinoco
Su madre siempre les advertía, “cuando su papá esté
durmiendo no lo despierten, dejénlo descansar”. Parecían palabras
premonitorias, las repetía con cierta frecuencia. Por eso la madre las obligaba todos los días a
hacer la siesta, entonces el silencio era sepulcral.
Esa mañana de domingo madrugaron, no podían dormir
por la emoción del paseo, por esa razón escucharon claramente los pasos en el
tejado.
-¿Oyeron? -dijo Ana
-¡Si, parece que hay alguien en el techo! -contestó
María
-¿Otra vez los ladrones? -repuso con temor y rabia
Marthica.
En un rápido impulso corrieron a despertar a su padre,
que se encontraba en su habitación profundamente dormido.
-¡Papá, papá, hay un ladrón en el techo! -gritaron al
unísono.
-¿Qué pasa? ¿Por qué gritan?
Él, a pesar de estar medio sordo, se aturdió con la gritería.
Casi sin pensarlo, sacó el arma que guardaba debajo de su almohada y se dejó
guiar por sus hijas. Una vez en el patio, la mayor de las niñas señaló hacia la
oscuridad del tejado: “¡míralo ahí,
papá!”
El papá no lograba distinguir en medio de la noche la
figura del intruso. Las niñas insistían en indicarle el sitio hasta que se
escuchó una voz: “¡no dispare, no dispare!”, pero ya era tarde; sonó un impacto
de bala y casi al tiempo, se escuchó un golpe seco de algo o alguien que cayó en el patio vecino.
Luz Zuluaga Tinoco
©Derechos Reservados
* Autor: Luz Marina Zuluaga Tinoco (Luz del Mar) nació en Cartagena de Indias- Colombia. Publicó su primer poemario “Más allá de mis fronteras” en Madrid- España (2014) Obtuvo el 5to. Premio en el Concurso Nº 46 del Instituto Cultural Latinoamericano "La importancia de la palabra", 20 Junio 2015- ciudad de Junín, Argentina. Dirige la Agencia Cultural del Caribe SAS desde 2.016
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